Artículo de Dorian Barbera, Free tour de Núremberg
Y es que el castillo es probablemente el monumento más conocido de Núremberg. La imponente fortaleza no sólo refleja la historia de la ciudad, sino también la de toda Alemania. En nuestro Free Walking Tour pasaremos por el albergue juvenil de camino a la "Freiung", un popular mirador, y desde allí entraremos en los dos patios del castillo imperial. Desde aquí observaremos, que la fortaleza consta de tres partes muy diferentes. Todas ellas cuentan su propia parte de la historia alemana…
En la Edad Media, la parte del castillo que ahora alberga el albergue juvenil pertenecía a la ciudad imperial libre de Núremberg. Una parte mucho más grande estaba reservada a los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. La zona intermedia, entre las áreas de la ciudad y del emperador, estaba reservada a una familia noble, los llamados "burgraves", los cuales se financiaban con los impuestos de las tierras circundantes a Núremberg.
Por supuesto, a los habitantes de Nuremberg no les gustó esto. Habrían preferido recaudar ellos mismos estos impuestos y reclamar el castillo por completo para ellos. Pero no se podía echar a los nobles sin más; el emperador ya no habría visitado la ciudad si las batallas hubieran tenido lugar justo al lado de su salón y los ciudadanos de Nuremberg no querían tener problemas con el jefe del imperio.
Así que los ciudadanos de Nuremberg utilizaron otros medios para sacar a la nobleza de la ciudad mostrandoles a cada oportunidad que no eran bienvenidos. Se construyó una alta torre justo al lado del castillo de los nobles al que los nurembergers llamaban hipócritamente el nombre de "Luginsland", que significa "torre de vigilancia". Sin embargo, nunca quisieron mirar a lo lejos desde esta torre, más bien, los nobles vecinos eran observados con recelo desde sus almenas. Hasta nuestros días, el Luginsland se eleva sobre el antiguo castillo de la nobleza.
Además, se construyó una muralla alrededor del castillo de la nobleza y se exigían ingentes sumas de dinero en las aduanas a los nobles que querían cruzar la ciudad en el trayecto desde su castillo a sus fincas, así los burgraves estaban atrapados en su propio castillo.
En el siglo XV, la familia noble se hartó y abandonó la ciudad. Los habitantes de Núremberg se alegraron, sin saber que en los siglos venideros oirían hablar mucho de esta noble familia ya que se trataba de la familia noble de los Hohenzollern. Después de haber sido "expulsados" de Núremberg, hicieron de Berlín su nueva sede. Aunque en aquella época, Berlín era todavía una ciudad insignificante bajo el gobierno de los Hohenzollern se convirtió en la capital de una gran potencia, Prusia, más tarde en la capital del Imperio Alemán y hasta nuestros días sigue siendo la capital de Alemania.
Mientras tanto, en Núremberg nos quedamos con las manos vacías. Lo bueno de ello: como el castillo fue perdiendo importancia tras la marcha de los Hohenzollern, cada vez se construyó menos en él. Como resultado, hoy tenemos la suerte de que se eleva sobre la ciudad relativamente sin cambios y nos da una visión impresionante de la arquitectura de la Edad Media
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